EUROPA
PRESS
3
agosto 2016
El verano es una época clave para las cicatrices tras una
intervención estética dado que la exposición al sol y a otros agentes como la
sal en el mar o el cloro en las piscinas puede alterar su aspecto y su
evolución.
Sin
embargo, la contraindicación de una intervención estética en verano "entra
más dentro de la leyenda urbana de la época en la que los centros sanitarios
carecían de lo más elemental como la higiene", ha aclarado el
médico-cirujano y miembro de Saluspot, Juan Antonio Mira González.
De
hecho, el experto señala que la pigmentación del sol sobre las cicatrices se ha
exagerado, sobre todo porque es una alteración cosmética muy fácil de evitar.
Lo más recomendable es "hidratar y proteger las cicatrices sin
obsesionarse", añade.
Problemas por la exposición solar
"Los
cirujanos plásticos escondemos siempre todo lo que podemos de la exposición
solar y visual nuestras incisiones. Por eso no debe darse más importancia de la
que tiene, que cualquier herida quirúrgica de cirugía estética será fácilmente
escamoteable de los rayos solares habituales", explica el especialista.
Los
problemas de salud son reducidos y, racionalmente utilizado, el sol puede tener
efecto cicatrizante y antiséptico en el paciente. Aunque "los rayos
ultravioleta pueden pigmentar y sus infrarrojos deshidratar la zona de
exposición, sobre una herida quirúrgica cicatrizada solo se llegaría a una
alteración de la misma si se mantiene una exposición intensa y
descuidada", ha advertido.
No
obstante, es conveniente proteger e hidratar las cicatrices a medida que
evolucionan. "En 40 años de experiencia en cirugía estética, prácticamente
no he visto ninguna cicatriz que haya alterado o preocupado al paciente
seriamente", argumenta.
Este
hecho, recuerda el cirujano, tiene mucho que ver con la prevención actual.
"La cicatriz se puede ocultar fácilmente, según su posición y tamaño, con
ropa, gafas, sombrero, bañador hasta con tiritas".
Tiempo de recuperación
No
existe una regla exacta para calcular el tiempo que debería pasar para que la
piel pueda exponerse al sol tras una cirugía estética. Según el especialista,
depende de cada tipo de piel y de las características de la intervención.
En
general, para una exposición prolongada al sol, deben esperarse al menos dos meses y hasta un año "siendo
puristas". "Los pacientes tienen que ser prudentes y aplicar siempre
un filtro solar, como en el resto del cuerpo, pensando que el sol es un
antiséptico pero también un cancerígeno", ha concluido.